Misión
Los barrios pobres de América Latina están llenos de jóvenes con talento. De ellos pueden salir líderes exitosos y ciudadanos con un alto compromiso social. Premisas fundamentales son una educación de primera calidad, un compás ético y una red social.
Hemos asumido la tarea de incentivar estos tres aspectos.
Educación de primera calidad
A nuestras becarias y becarios les posibilitamos una formación en una entidad líder, ya sea una Universidad de Económicas o Ingeniería o bien una Escuela Técnica Superior, dentro de los países de destino de Fundación Educación. Con este objetivo, la fundación ha suscrito acuerdos con Universidades y Escuelas asociadas, cuidadosamente seleccionadas en el Perú, Colombia, El Salvador, Guatemala y Costa Rica.
Enlace a los programas nacionales
El apoyo se dirige a jóvenes con un rendimiento académico sobresaliente que crecen en condiciones económicamente adversas. Un especial hincapié se hace en el apoyo a mujeres jóvenes, a menudo desfavorecidas dentro de las estructuras sociales tradicionales en América Latina.
Los estudiantes admitidos al programa son seleccionados por empresarios locales y alumnos egresados que, organizados en nuestros comités locales, realizan su labor de manera voluntaria.
Enlace a la concesión de becas
Compás ético
Como fundación queremos contribuir al fortalecimiento de la sociedad civil, cuyas características principales son la responsabilidad y la ética. El apoyo y acompañamiento personal de los becarios y becarias por parte de nuestros comités locales son una clave para el éxito.
Finalmente, nuestro objetivo es que nuestros becarios y egresados sean ejemplos para una formación de primera calidad, para la movilidad social y para el compromiso profesional y social.
Red Social
Con el ingreso en el programa, los becarios admitidos entran a formar parte de las asociaciones locales de egresados, también apoyadas por la fundación. Las redes sociales que así se forman son una base sólida para el futuro de cada estudiante.
En el “Compromiso de Honor” nuestros becarios y becarias se comprometen a restituir la beca que se les concedió de acuerdo con sus posibilidades. De esta manera contribuyen a mejorar las posibilidades de futuro de otros jóvenes.