Omar Ayala, El Salvador

Estudiante de Ingeniería Industrial, ITCA

Pasé mi niñez en el Hospital Benjamín Bloom debido a la hemofilia, enfermedad hereditaria que se caracteriza por un defecto de la coagulación de la sangre.

Los doctores decían que no tendría una vida normal, no pude disfrutar de intramuros o jugar con los niños que vivían cerca de mi casa, además no tuve una educación adecuada ya que, a pesar que nos daban clases en el hospital, pasé más tiempo en el hospital que en casa.

Al cumplir 11 años los exámenes dieron negativo para hemofilia, me sentí muy agradecido y comencé a darlo todo en mis estudios, me llevé los primeros lugares y reconocimientos en bachillerato por ser un joven sobresaliente.

Gracias a Dios y a Fundación Educación que me becó por mis notas, ya que mi familia no tenía dinero para seguir financiando mis estudios, ahora sigo dándolo todo para poder tener un futuro exitoso. Me gustaría terminar con esta frase “El realismo es para pesimistas. Un optimista crea su propia realidad”.